viernes, 13 de junio de 2025

Museo ARTEQUIN VIña del Mar

                                               

Hoy se realizó la actividad con Artequin Viña del Mar, la cual estuvo centrada en Las Vanguardias del siglo XX.



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29 comentarios:

  1. Sofia Porras Lobos15 de junio de 2025, 15:58

    La visita al museo Artequin nos permitió adentrarnos en una manera diferente de apreciar el arte y las vanguardias. Estas corrientes buscaban romper con lo tradicional, alejándose de los estándares impuestos por la academia. De forma similar, el museo ofrece una experiencia inmersiva que desafía el formato tradicional. Aquí se puede ver, tocar, oler y escuchar el entorno artístico, lo que enriquece profundamente la vivencia.

    Mi parte favorita fue la recreación a tamaño real de El dormitorio en Arlés de Van Gogh. Poder recostarse en la famosa cama de cobertor rojo y verse reflejado en los espejos hizo que la obra cobrara vida de una forma única y cercana. El recorrido finalizó con una invitación a crear nuestra propia obra vanguardista, lo que reforzó la idea de que el arte no es solo contemplación, sino también exploración, cuestionamiento y expresión personal. Esta visita nos permitió poder ver el arte con otros ojos.

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  2. Cristobal Arancibia19 de junio de 2025, 21:17

    La visita al Museo Artequin fue una experiencia que me sorprendió de manera muy positiva. Me gustó mucho descubrir un museo tan cercano, abierto y diferente a lo que uno normalmente espera de estos espacios. Desde el primer momento se notaba que era un lugar pensado para que todos pudieran participar, aprender y disfrutar, sin importar la edad o los conocimientos previos.
    Algo que me encantó fue que el museo no se limita solo a lo visual: hay sonidos, aromas, texturas y espacios interactivos que hacen que la visita se sienta como un recorrido por los sentidos. En cada rincón había algo por descubrir o experimentar, lo que lo convierte en un lugar dinámico y muy entretenido. Eso lo hace realmente inclusivo, no solo porque es accesible para distintas personas, sino porque integra distintas formas de aprender y de conectar con el arte.

    También destaco lo educativo de la experiencia. No era solo ver obras o réplicas, sino entender de dónde venían, a qué periodo pertenecían, y cómo los movimientos artísticos, sobre todo los vanguardistas, han cambiado la forma en que miramos y pensamos el arte. Me gustó mucho que, sin ser una clase tradicional, el museo logra que uno aprenda casi sin darse cuenta, a través del juego, la observación y la participación.

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  3. Sofía Cortés Icka20 de junio de 2025, 15:54

    La visita al Museo Artequin fue una experiencia muy entretenida. Me gustó que estuviera lleno de réplicas de obras famosas, lo que permitía ver de cerca detalles que normalmente solo se ven en libros o pantallas. Lo mejor fue que no se trataba solo de mirar, sino de participar activamente.

    Una de las partes que más disfruté fue la actividad creativa que hicimos al final. Pudimos elegir libremente qué hacer y usar papeles de colores, pegamento y tijeras para crear nuestra propia obra. Fue una forma simple pero muy significativa de expresarnos y conectar con el arte de manera personal. Me gustó que el museo fuera dinámico, accesible y pensado para que todos puedan aprender y disfrutar sin presión.

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  4. La visita al museo Artequin de Viña del Mar fue distinta a cualquier otra experiencia con el arte que haya tenido antes. Me pareció interesante poder recorrer un espacio donde se podía interactuar con todo, sin la típica distancia que se espera en un museo.
    Más que observar, se trataba de involucrarse: moverse por los espacios, tocar, mirar desde otro ángulo. Lo que más destaco fue la parte final, cuando pudimos crear nuestras propias composiciones. Esa actividad me hizo pensar en cómo el arte también puede surgir desde lo simple, desde jugar con formas, colores y materiales sin seguir reglas. Fue una forma práctica de entender que expresarse no siempre requiere técnica, sino decisión y ganas de probar.

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  5. Diego Sepúlveda Ojeda21 de junio de 2025, 17:05

    Aunque no pude asistir personalmente a la visita al Museo Artequin de Viña del Mar, me tomé el tiempo de conversar con varios de mis compañeros para conocer cómo fue la experiencia. Todos coincidieron en que se trató de una visita muy distinta a lo que uno espera tradicionalmente de un museo. Lo que más destacaron fue el enfoque interactivo y sensorial que propone el espacio: no solo se observa arte, sino que se vive a través del tacto, el sonido, el olor y la participación activa.Aunque me hubiese encantado vivir esta experiencia por mí mismo, escuchar a mis compañeros me permitió ver cómo el arte también se puede compartir a través de la palabra y la emoción de quienes lo experimentaron. Esta visita, sin duda, dejó en todos una nueva forma de ver y sentir el arte.

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  6. Catalina Abarca Reyes21 de junio de 2025, 17:33

    No pude ir al Museo Artequin, pero viendo el material del blog, me di cuenta que el arte vanguardista fue una revolución total. Me llamó mucho la atención que se use la palabra “vanguardia” como algo tomado del mundo militar, porque ahí toma sentido de que estos artistas no solo estaban haciendo algo diferente, sino que iban al frente, adelantados a su tiempo. Me gustó ver cómo rompieron con todo lo anterior, como si estuvieran cansados de repetir lo mismo y decidieran inventar nuevas formas de mirar y crear. También me pareció potente cómo se refleja esa necesidad constante de cambio, de experimentar y no quedarse en un solo estilo.

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  7. No pude asistir al Museo de Artequin, pero lo que investigué sobre él en su página oficial de internet, es un espacio dedicado a la promoción de las artes visuales, con una colección de distintos períodos históricos. Su metodología educativa, participativa y experiencial, busca fomentar el aprendizaje significativo a través del arte, desarrollando el pensamiento crítico y enriqueciendo la formación de niños, niñas, jóvenes y sus familias.
    Dado lo comentado anteriormente y el video presentado en el foro, se puede decir que el arte vanguardista, se caracteriza por romper con las normas tradicionales del arte, buscando constantemente nuevas formas de expresión, técnicas y temáticas.
    En ese sentido, la propuesta del Museo Artequin guarda una estrecha relación con el espíritu de las vanguardias. La forma en que el museo entrega experiencias artísticas es novedosa y diferente, permitiendo a los visitantes interactuar activamente con el arte.

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  8. Javier Vega García22 de junio de 2025, 18:02

    Aunque no asistí a la visita del Museo Artequín, si pude preguntar a uno de mis compañeros como fue la experiencia que el vivió allí, me pareció interesante que fuera distinto a lo que esperaba de cualquier otro museo, que era más de tacto o de estimulación sensorial. También me dedique a buscar un breve video en la web acerca de este museo dándome cuenta que lo que me habían dicho no estaba alejado de la realidad.

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  9. Juan Ramírez Blas23 de junio de 2025, 14:31

    Si bien, no pude asistir a la visita que realizaron mis compañeros al Museo Artequín, en otras instancias he logrado recorrer varias veces este lugar el cual, no deja de sorprenderme su infraestructura y la alegría que transmite dado a su alta gama de colores que presenta junto con las obras que están expuestas.

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  10. Fabián Castillo Plaza23 de junio de 2025, 16:52

    Aunque no pude ir presencialmente al Museo Artequin de Viña del Mar, me puse a conversar con varios compañeros para que me contaran su experiencia. Todos coincidieron en que fue una visita súper distinta a lo que uno espera normalmente de un museo. Lo que más destacaron fue el enfoque interactivo y sensorial del lugar: no solo observas el arte, ¡sino que lo vives! A través del tacto, el sonido y hasta el olor, te invitan a una participación muy activa.

    De hecho, busqué un video corto en la web sobre este museo y me di cuenta de que lo que me habían dicho mis compañeros no estaba nada lejos de la realidad. Aunque me hubiera encantado vivir esa experiencia por mí mismo, escuchar sus relatos me permitió ver cómo el arte también se puede compartir a través de la palabra y la emoción de quienes sí lo experimentaron. Sin duda, esta visita les dejó a todos una nueva forma de ver y sentir el arte.

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  11. Diego Contreras Flores23 de junio de 2025, 17:50

    Ir al Museo Artequin fue muy distinto a otras salidas que hemos hecho. Desde el principio se notaba que no era un museo para solo “mirar”, sino para jugar, crear y participar. Eso hizo que la experiencia fuera mucho más cercana. A veces uno piensa que el arte está solo en cuadros colgados o en museos silenciosos, pero acá el enfoque fue todo lo contrario: nos movimos, recortamos, dibujamos y escuchamos con curiosidad.

    La charla que nos dieron sobre las vanguardias del siglo XX me dejó varias ideas dando vueltas. Me gustó ver cómo, en esa época, los artistas decidieron romper con todo lo anterior. Experimentar, probar, no seguir reglas. Vimos obras de Van Gogh, entendimos el impacto emocional del expresionismo, y conocimos el neoplasticismo con su lenguaje visual ordenado y abstracto.

    Pero sin duda, la obra que más me marcó fue "La novia del viento" de Oskar Kokoschka. Desde que la vi, sentí una especie de tristeza flotando en la imagen. El trazo en movimiento, el viento envolviendo los cuerpos, la intensidad emocional... Todo parecía decir algo que iba más allá de lo visible. Después, al saber el contexto en que fue pintada, todo cobró sentido: Kokoschka había ido a la guerra, quedó con secuelas, y mientras tanto su amada encontró otra pareja. La novia del viento es ese vacío, esa pérdida hecha pintura. La mujer aparece dormida o ausente, mientras él la abraza como si intentara retener algo que ya no está. Me pareció una imagen muy honesta de lo que significa el dolor y la nostalgia por lo que se fue.

    Después de todo eso, hicimos nuestra propia creación. Justo ese día llovía, y sin pensarlo mucho, lo primero que se me vino a la mente fue un pato. Me puse a recortar papeles y terminé armando una figura estilizada, sencilla, caminando sobre lo que imaginé como pasto. Fue algo espontáneo, pero me hizo sentir que también estaba expresando algo mío, aunque fuera pequeño.

    Lo que más valoro de esta salida es que me recordó que el arte no siempre necesita explicación técnica. A veces basta con sentirlo, dejarse tocar por una imagen, o hacer algo sin plan, solo por el impulso de crear. Y eso, creo, es algo que voy a seguir buscando.

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  12. Aun que no pude asistir a la visita del Museo Artequin en Viña del mar, investigue sobre el museo en internet y lo que mas me llamo la atención era la forma de expresión que entrega, con un enfoque interactivo donde despierta la creatividad, dialogamos y nos estimula de manera positiva a traves del arte.

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  13. La visita al Museo Artequin fue una forma bien diferente de acercarse al arte. A diferencia de otros museos, esta vez el recorrido fue mucho más interactivo. Aunque las obras no eran originales, sino réplicas, eran muy parecidas, ademas de que pudimos tocarlas y manipularlas, lo que nos permitió fijarnos en los detalles de cada una. Me gustó mucho la experiencia, fue mucho más entretenida y, además, tuvimos una guía que nos explicó un poco sobre las obras, lo que hizo la visita mucho más interesante. Lo mejor del Artequin es que no solo te muestra el arte, sino que te deja interactuar con él, y eso nos permitió acercarnos a las obras y verlas de cerca.

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  14. Maximiliano Peña24 de junio de 2025, 8:05

    Al visitar el museo Artequin pude observar de manera presencial cómo los museos actualmente están ideando nuevas formas y estilos para acercar a personas, tanto jóvenes como adultas, con el arte, su influencia y su historia. El museo Artequin cuenta en su interior con numerosas obras replicadas de afamados artistas tanto antiguos como contemporáneos. Sus colecciones enseñan de forma práctica y divertida los cambios que ha tenido el arte junto con los cambios de las perspectivas e ideas de sus artistas; todo lo anterior utilizando métodos dinámicos que permiten a los visitantes tocar, escuchar e interactuar con las exhibiciones. Un gran ejemplo de lo anterior que me llamó mucho la atención fue una réplica a escala de la habitación pintada por Vincent Van Gogh en su obra “La Habitación de Vincent en Arles”, donde los visitantes podían entrar y tocar distintos objetos vistos en la pintura. Durante la visita, la guía nos fue explicando tanto la historia del museo como de las exhibiciones y nos invitó a realizar varias actividades que nos permitieron sentirnos parte del proceso artístico. En definitiva la visita al museo Artequin fue muy divertida e instructiva; el museo realiza muy bien su objetivo de introducir a la gente en el mundo artístico.

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  15. Anibal Berrios Silva24 de junio de 2025, 9:22

    Lamentablemente no pude asistir a la visita al Museo Artequin de Viña del Mar, pero investigando sobre su propuesta educativa y artística, me llamó bastante la atención su enfoque innovador. El museo no se limita a mostrar obras de arte como en un espacio tradicional, sino que busca generar una experiencia inmersiva, sensorial y participativa. Lo que más destaco es que promueve nuevas formas de expresión y rompe con los límites clásicos del arte.
    Me pareció muy interesante saber que el museo incluye actividades donde las personas pueden interactuar con las obras, usar los sentidos y también crear sus propias piezas. Eso transforma al visitante en protagonista, no solo en observador, lo que lo vuelve mucho más significativo. Aunque no pude estar presente, creo que este tipo de espacios ayudan a derribar la idea de que el arte es algo lejano o complejo, y muestran que todos podemos participar en este. Me gastaría tener la oportunidad de asistir al museo en el futuro.

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  16. La visita al Museo Artequin fue una gran sorpresa. No tenía idea de que existía un espacio así en la región, y me pareció muy valioso descubrir un lugar dedicado a acercar el arte de forma tan didáctica y accesible. A pesar de que el museo está más enfocado en niños, como estudiantes universitarios lo disfrutamos muchísimo. Pudimos ver réplicas de obras pertenecientes a distintas vanguardias del siglo XX, muchas de las cuales no siempre tenemos la oportunidad de apreciar en nuestro día a día.

    Algo que me llamó mucho la atención fue cómo el museo representaba estas obras y estilos con distintos elementos tanto visuales como sonoros, lo que hacía que la experiencia fuese muy dinámica y sensorial. Se notaba una intención clara de que todos pudieran conectar con el arte, más allá de su edad o nivel de conocimiento.

    Destaco especialmente la obra Cuchillo Cervecero, del movimiento dadaísta, que a través de su estética y composición crítica refleja muy bien el espíritu de cuestionamiento que caracterizó a esa época. Me pareció importante que se nos mostraran distintas expresiones de las vanguardias, ya que permiten entender cómo el arte no solo busca representar, sino también provocar, reflexionar y romper con lo establecido.

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  17. Cristopher Rojas Carvacho24 de junio de 2025, 16:46

    Aunque no pude visitar el Museo Artequin de Viña del Mar, las descripciones de mis compañeros y lo que investigué por mi cuenta me ayudaron a imaginar bien cómo es este lugar tan interesante. A diferencia de lo que uno suele pensar de los museos, que pueden ser más serios o formales, el Artequin parece ofrecer una forma muy entretenida y diferente de acercarse al arte. La idea de poder tocar, escuchar y participar, en lugar de solo mirar, me parece muy innovadora. Este estilo más activo y divertido, pensado especialmente para niños y jóvenes, es lo que lo hace especial y un buen ejemplo de cómo enseñar arte de una forma distinta. Se nota que quieren que el aprendizaje sea significativo, poniendo la curiosidad y la experiencia directa en el centro.

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  18. No pude ir al Museo Artequin, pero al revisar el material del blog me di cuenta de que el arte vanguardista fue mucho más que una corriente estética: fue una verdadera sacudida cultural. Los artistas no solo estaban haciendo algo diferente por gusto, estaban adelantados a su tiempo, tomando riesgos, poniéndose al frente como en una batalla, abriendo camino para una nueva forma de ver el arte y el mundo.

    Lo que más me llamó la atención fue la manera tan radical en que rompieron con todo lo anterior. Es como si hubieran dicho: “ya basta de repetir lo mismo”, y hubieran salido a explorar terrenos totalmente nuevos. No se conformaron con seguir reglas antiguas ni con agradar al público; lo que buscaban era expresar algo más profundo, más auténtico, incluso si eso significaba incomodar. Y lo lograron con creces. Más que un estilo definido, lo que los unía era esa necesidad de romper, de crear algo propio.

    También me pareció súper potente esa idea de movimiento, de cambio constante. Los artistas vanguardistas no se quedaban en un solo camino, iban probando, equivocándose, reinventándose. Eso los hace muy distintos a otros momentos del arte, donde se valoraba más la técnica o la perfección. Acá, lo importante era la intención, la búsqueda, la rebeldía.

    En el fondo, lo que transmite el arte vanguardista es esa energía de querer transformar la realidad, de no aceptar lo que ya está dado. Y creo que por eso sigue siendo tan impactante, incluso hoy. Porque nos recuerda que el arte también puede ser una forma de resistencia, de cuestionamiento, de imaginación libre. Aunque no haya podido ver las obras en persona, solo con leer y mirar las imágenes ya sentí que hay algo ahí que interpela, que empuja a mirar más allá de lo evidente.

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  19. La visita al Museo Artequin de Viña del Mar fue una experiencia muy enriquecedora, especialmente por su enfoque educativo y cercano. Nos enseñaron aspectos fundamentales de las vanguardias artísticas, explicando cómo estas corrientes rompieron con lo tradicional y buscaron nuevas formas de expresión. Me gustó mucho que no solo fuera una exposición visual, sino también una oportunidad para interactuar con el arte. Ver de cerca tantas formas distintas de creación fue inspirador. Al final, la actividad práctica nos permitió expresarnos libremente, y eso hizo que el aprendizaje fuera mucho más significativo.

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  20. Aunque no pude asistir a la visita al Museo Artequin de Viña del Mar, al ver el video y conocer más sobre su enfoque, me llamó la atención cómo el museo no se centra solo en mostrar obras, sino en provocar una experiencia directa con el arte. Me pareció interesante que las vanguardias del siglo XX, que ya fueron rupturistas en su tiempo, sigan inspirando espacios que invitan a experimentar y no solo a observar.

    Lo que más me quedó fue la idea de que el arte también puede ser una herramienta para pensar distinto. El museo parece construir un puente entre esas obras que alguna vez rompieron con lo establecido y la forma en que hoy seguimos buscando nuevas maneras de mirar y crear. Aunque no estuve ahí físicamente, siento que la propuesta del museo no es solo para ver arte, sino para entender cómo las ideas pueden transformarse en formas, colores y movimientos.

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  21. La visita al Museo Artequin fue una experiencia que destacó por su carácter interactivo y el ambiente acogedor que lo rodea. A diferencia de otras salidas, esta no se limitó a observar obras colgadas en una pared: tuvimos una guía que supo transmitir con claridad y entusiasmo el contexto detrás de los estilos vanguardistas, lo que hizo que cada obra cobrara más sentido. Aprender sobre corrientes como el dadaísmo y el expresionismo de manera tan cercana ayudó a que el contenido no se sintiera distante, sino parte de una conversación viva con el arte. Los espacios pensados para la participación hicieron que la visita no solo fuera educativa, sino también significativa.

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  22. Aunque no pude asistir presencialmente a la actividad en el Museo Artequin de Viña del Mar, centrada en las Vanguardias del siglo XX, las conversaciones con mis compañeros y la revisión del material compartido me permitieron formarme una clara idea de la experiencia. La mayoría coincidió en que se trató de una visita muy diferente a la tradicional concepción de museo. Lo más destacado fue su enfoque interactivo y sensorial: el arte no solo se observa, sino que se vive a través del tacto, el sonido, el olor y la participación activa. Esta aproximación subraya cómo el arte vanguardista, por definición, buscaba romper con las normas establecidas y explorar nuevas formas de expresión.

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  23. La visita al Museo Artequin me pareció interesante porque no fue como otros museos donde uno solo mira y ya. Acá el arte se sentía más cercano, como que uno podía entenderlo mejor sin necesidad de saber tanto. Lo que más me llamó la atención fue la parte del subterráneo, donde había obras con temas políticos. Se notaba que muchas de esas obras estaban hechas en tiempos difíciles, y eso les daba un sentido más fuerte. No eran solo cuadros bonitos, sino que mostraban lo que se vivía en ese momento.

    En otras partes del museo también aprendimos sobre diferentes estilos artísticos, especialmente las vanguardias. Me gustó que no fuera solo teoría, sino que se pudiera participar más, como con actividades o viendo cosas más interactivas. Fue más entretenido así.

    Creo que lo mejor fue que no te obligaban a entender todo perfecto, sino que podías observar, pensar o simplemente hacer tu propia interpretación. Me dejó pensando que el arte no siempre es solo para expertos, también uno puede sentirlo o verlo a su manera.

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  24. Aunque no tuve la oportunidad de visitar personalmente el Museo Artequin de Viña del Mar, investigué sobre su propuesta y conversé con algunos compañeros que sí pudieron asistir. A partir de eso, comprendí que este museo no es como los tradicionales: su enfoque está pensado para que el arte se experimente de manera activa y cercana. Lo que más me llamó la atención es cómo integran los sentidos en el recorrido, permitiendo que el arte se toque, se escuche e incluso se perciba desde lo emocional, lo que transforma completamente la manera de acercarse a una obra.

    El sitio web del museo refuerza esta idea, mostrando que su objetivo no es solo enseñar sobre arte, sino también despertar la creatividad y el pensamiento crítico, especialmente en niños, jóvenes y familias. Esta forma de educación artística, más participativa y experiencial, me parece muy coherente con el espíritu de las vanguardias, que justamente buscaban romper con lo establecido y abrir nuevas posibilidades de expresión.

    Gracias a lo que vi y escuché, entendí que el arte no siempre necesita ser observado en silencio o con distancia. A veces, como propone Artequin, lo más valioso es sentirlo desde el cuerpo y desde la interacción directa, lo que sin duda deja una huella más profunda y significativa en quienes lo viven.

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  25. Aunque no tuve la oportunidad de visitar físicamente el Museo Artequin de Viña del Mar durante su exposición sobre las Vanguardias del siglo XX, el intercambio con mis compañeros y el análisis del material disponible me revelaron una propuesta museográfica tan innovadora como los mismos movimientos artísticos que buscaba representar.

    Lo que más resuena de sus relatos es cómo Artequin desmonta la idea tradicional del museo como espacio de contemplación pasiva. Aquí, el arte vanguardista - ese que en su momento histórico sacudió los cánones establecidos - se experimenta con todo el cuerpo: se tocan texturas que desafían las nociones de forma, se escuchan composiciones que dialogan con el arte abstracto, incluso se perciben aromas que transportan a los manifiestos surrealistas. Esta aproximación multisensorial no es un simple recurso didáctico, sino una verdadera reivindicación del espíritu rupturista que dio vida a movimientos como el dadaísmo, el futurismo o el suprematismo.

    Resulta particularmente significativo cómo esta metodología interactiva ilumina el verdadero carácter revolucionario de las vanguardias. Cuando un niño (o cualquier visitante) puede "construir" su propia versión de un cuadro de Mondrian con piezas magnéticas, o crear collages al estilo Hannah Höch, está comprendiendo en carne propia aquel deseo de los artistas de borrar fronteras entre arte y vida. El museo logra así algo fundamental: demostrar que estas corrientes no fueron simples caprichos estéticos, sino intentos radicales por cambiar nuestra forma de percibir la realidad.

    Esta experiencia, aunque conocida de manera indirecta, me dejó reflexionando sobre cómo los espacios culturales pueden (y deben) reinventar sus formatos para honrar el contenido que exhiben. Artequin no solo enseña sobre vanguardias - se convierte él mismo en una especie de manifiesto vivo, donde la pedagogía adopta la misma actitud transgresora que caracterizó a aquellos artistas.

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  26. Monserrat Riffo Vera25 de junio de 2025, 12:44

    Si bien esta oportunidad no pude asistir, he ido a este museo anteriormente. Desde mi experiencia el museo Artequin no solo cumple una función educativa, sino también social, ya que de alguna forma democratiza el acceso al arte. En Viña del mar existen varias realidades económicas y este museo por su ubicación permite que bastantes personas puedan asistir y convivir con el arte. Lo que más me gustó de la vez que fui fue la replica del dormitorio de Van Gogh, en el que me sentí inmersa en una obra de arte que he visto durante toda mi vida, fue realmente genial.

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  27. Diego Silva Fuentealba25 de junio de 2025, 13:21

    Aunque no pude ir al Museo Artequin en Viña del Mar, estuve viendo videos y fotos del lugar, y la verdad es que su propuesta me sorprendió un montón. No es el típico museo donde solo pasas a mirar cuadros colgados en la pared. Lo que más me llamó la atención es que buscan que la visita sea una experiencia completa, donde se usen los sentidos y uno pueda participar activamente.

    Me parece súper interesante que el museo no se quede en lo tradicional. Promueve nuevas formas de ver y hacer arte, rompiendo con la idea de que el arte es algo intocable o solo para expertos. Te convierte en el protagonista de tu propio descubrimiento artístico, y eso lo hace mucho más significativo.

    Aunque solo lo pude conocer a través de la pantalla, creo firmemente que espacios como Artequin son muy importantes. Ayudan a que la gente se dé cuenta de que el arte no es algo lejano o difícil de entender, sino algo en lo que todos podemos participar y disfrutar. Realmente, me encantaría tener la oportunidad de visitar el museo en el futuro y vivir esa experiencia de primera mano.

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  28. Aunque no pude asistir personalmente al Museo Artequin de Viña del Mar, al buscar información y conversar con compañeros todo coincidió en que se trató de una visita distinta a lo que uno espera de un museo tradicional. Lo más destacado fue su enfoque interactivo y sensorial, que invita a los visitantes no solo a observar las obras, sino a experimentar el arte a través de múltiples sentidos: el tacto, el sonido y la participación activa. Esta propuesta rompe con las convenciones de los museos clásicos y permite una conexión más profunda con las piezas expuestas.

    Al indagar más sobre el museo, me di cuenta de que su metodología educativa es completamente innovadora, centrada en fomentar el pensamiento crítico y el aprendizaje significativo. Lo que me llamó la atención es que, al igual que las vanguardias artísticas, Artequin busca constantemente romper con las normas tradicionales del arte, abriendo nuevas formas de expresión y técnicas. Esta relación entre el arte vanguardista y la forma en que el museo se presenta, utilizando una experiencia sensorial activa, hace que los visitantes no solo sean espectadores, sino participantes en la creación de significado.

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  29. Nicolás Villarroel Olguín25 de junio de 2025, 16:07

    El museo Artequin muestra el arte y una parte de su historia de una forma más interactiva que otros museos, se nota que la intención de este museo es de enseñar y capturar a más gente que se interese en el arte.
    Pudimos ver distintos estilos y técnicas, además conocimos el contexto de algunas obras, lo que nos permitió entender en parte que es lo que quieren presentar los autores

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